
20 May Razones para irte a navegar por Ibiza
Corazón de las islas Baleares, Ibiza es sinónimo de naturaleza, cultura y diversión. Se trata de un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a sus paisajes de arenas finas y dunas hipnotizantes, aguas turquesas, pueblos tradicionales, gastronomía mediterránea y puestas de sol como en ningún otro sitio. Para muchos, se trata de una isla repleta de posibilidades y encantos.
Entre peñascos e islotes, Ibiza es, sin lugar a duda, un centro de atractivo para jóvenes en busca de vida nocturna y para adultos que desean la tranquilidad de la naturaleza mediterránea. Sus habitantes, tradiciones y bellezas naturales (principalmente marítimas) vuelven a Ibiza un must a visitar al menos una vez en la vida.
En caso que estés plantéandote hacer una escapada de una semana, descubre qué encontrarás navegando por Ibiza:
Gastronomía típica de las islas Baleares
Al ser un punto de encuentro de civilizaciones y culturas antiguas (como los púnicos, fenicios, bizantinos, visigodos, musulmanes y catalanes), Ibiza goza de una variedad gastronómica rica de campesinos y pescadores. Entre los principales platillos que encontrarás se encuentran el sofrit pagès, sobrassada eivissenca, tonyina a l’eivissenca, borrida de ratjada, coca de Pebrera, entre otros. ¡Y de postres! La deliciosa tarda de queso Flaò, els bunyols o la greixonera. Mientras que de vino local, el vino de payès (no embotellado) es el más tradicional.
Belleza natural al estilo Mediterráneo
Al visitar Ibiza en barco, es una opción accesible y adecuada a la hora de buscar aventuras en la naturaleza. De hecho, el ecosistema marino de Ibiza es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por lo que se garantiza la conservación de la arena de las playas y la transparencia cristalina en las aguas. Navegar por Ibiza permite adentrarse a sus mares cristalinas, garantizando un tiempo espectacular que no se podrá experimentar en las tierras costeras ni sus playas. Incluyendo unos atardeceres inolvidables.
Arte y cultura
Catedrales e iglesias, edificios históricos, visitas teatralizadas en el recinto amurallado de Dalt Vila, museos como el Baluarte de Sant Jaume o Sant Pere y Casa Broner, y barrios característicos de la zona como el de Dalt Vila (típico de campesinos) o sa Penya (típico de marineros). Además que, en la noche, la vida en la isla se convierte en una eterna fiesta llena de pasión y alegría.
Quizá el enamoramiento que implica Ibiza y sus aguas cristalinas no logra transmitirse a través de las palabras. Quizá es el momento de visitarlo para experimentar, en carne propia, las maravillas de sus tierras isleñas.
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